El Hospital Rafael Méndez de Lorca ha dado un paso significativo hacia una atención más inclusiva al recibir un reconocimiento por su innovadora iniciativa dirigida a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El proyecto permite realizar visitas virtuales al hospital antes de acudir presencialmente a una consulta médica, y ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir el estrés y la ansiedad que estos entornos pueden generar en muchos niños con autismo.
La propuesta surgió a raíz de una necesidad muy real: los hospitales, con sus ruidos, luces, olores y rutinas desconocidas, pueden convertirse en espacios desbordantes para muchos pacientes con hipersensibilidad sensorial o dificultades en la anticipación. Gracias a esta iniciativa, los niños pueden explorar de forma virtual el centro hospitalario, familiarizándose con las salas, pasillos, personal sanitario e incluso con el procedimiento de algunas pruebas médicas.
Las visitas virtuales se presentan en formato audiovisual y están diseñadas desde una perspectiva accesible y amigable. En ellas se utilizan imágenes reales del hospital, explicaciones sencillas y, en algunos casos, apoyo con pictogramas o voz en off, lo que facilita la comprensión incluso para aquellos que aún no utilizan el lenguaje verbal como vía principal de comunicación.
El impacto ha sido notable tanto para las familias como para los propios profesionales. Padres y madres han destacado lo útil que ha sido para sus hijos poder anticiparse al entorno y conocer con calma lo que iban a vivir. Por su parte, el personal sanitario ha observado una mejora en la colaboración y la tranquilidad de los pequeños pacientes durante las visitas médicas, lo que a su vez permite ofrecer una atención más empática y eficaz.
Este reconocimiento al Hospital Rafael Méndez no solo celebra una buena práctica, sino que también pone en valor la importancia de adaptar los espacios sanitarios a las necesidades de todas las personas, especialmente de aquellas que requieren una atención más personalizada. Porque cuando entendemos mejor, cuidamos mejor.
En La Guía Azul aplaudimos iniciativas como esta, que demuestran que la empatía, la tecnología y la voluntad de mejorar pueden cambiar vidas. Y esperamos que cada vez más hospitales se sumen a este tipo de propuestas, que miran el mundo desde los ojos de quienes más lo necesitan.
Hace no mucho entrevistamos a María Isabel, pediatra con una larga trayectoria y una persona que, desde nuestro punto de vista, siempre ha destacado por su profunda empatía hacia los demás. Precisamente eso —la empatía— es lo que más...
El Hospital Rafael Méndez de Lorca ha dado un paso significativo hacia una atención más inclusiva al recibir un reconocimiento por su innovadora iniciativa dirigida a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El proyecto permite realizar visitas virtuales al hospital antes de acudir presencialmente a una consulta médica, y ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir el estrés y la ansiedad que estos entornos pueden generar en muchos niños con autismo.
La propuesta surgió a raíz de una necesidad muy real: los hospitales, con sus ruidos, luces, olores y rutinas desconocidas, pueden convertirse en espacios desbordantes para muchos pacientes con hipersensibilidad sensorial o dificultades en la anticipación. Gracias a esta iniciativa, los niños pueden explorar de forma virtual el centro hospitalario, familiarizándose con las salas, pasillos, personal sanitario e incluso con el procedimiento de algunas pruebas médicas.
Las visitas virtuales se presentan en formato audiovisual y están diseñadas desde una perspectiva accesible y amigable. En ellas se utilizan imágenes reales del hospital, explicaciones sencillas y, en algunos casos, apoyo con pictogramas o voz en off, lo que facilita la comprensión incluso para aquellos que aún no utilizan el lenguaje verbal como vía principal de comunicación.
El impacto ha sido notable tanto para las familias como para los propios profesionales. Padres y madres han destacado lo útil que ha sido para sus hijos poder anticiparse al entorno y conocer con calma lo que iban a vivir. Por su parte, el personal sanitario ha observado una mejora en la colaboración y la tranquilidad de los pequeños pacientes durante las visitas médicas, lo que a su vez permite ofrecer una atención más empática y eficaz.
Este reconocimiento al Hospital Rafael Méndez no solo celebra una buena práctica, sino que también pone en valor la importancia de adaptar los espacios sanitarios a las necesidades de todas las personas, especialmente de aquellas que requieren una atención más personalizada. Porque cuando entendemos mejor, cuidamos mejor.
En La Guía Azul aplaudimos iniciativas como esta, que demuestran que la empatía, la tecnología y la voluntad de mejorar pueden cambiar vidas. Y esperamos que cada vez más hospitales se sumen a este tipo de propuestas, que miran el mundo desde los ojos de quienes más lo necesitan.
Hace no mucho entrevistamos a María Isabel, pediatra con una larga trayectoria y una persona que, desde nuestro punto de vista, siempre ha destacado por su profunda empatía hacia los demás. Precisamente eso —la empatía— es lo que más...